Cuando yo tenia 13 años mi tío Ubaldo compro, ya usada, este modelo de mobylette que entonces me pareció una "joya" y empece a alternar los viajes de la "huerta del gallego" a Santa Ana entre la bici y el mobylette. Pase mas tiempo intentando resolver las múltiples averías de aquella gastada moto que circulando con ella. La ilusión podía con la precariedad de herramientas y medios y casi siempre terminaba funcionando. La de la foto es de mi amigo Carmelo. Este fue el inico de verdad de la aficción a la moto porque cuando me subieron en la vespa para la foto seguro que aun no la tenia.
